martes, 29 de noviembre de 2011

Niño Becerra: "Estamos donde estábamos en 1930, pero cuantitativamente peor" - elEconomista.es

Niño Becerra: "Estamos donde estábamos en 1930, pero cuantitativamente peor" - elEconomista.es:


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  • Salir de la actual crisis va a costar mucho más que dejar atrás la Gran Depresión
  • Cuando se salga, nunca más se volverá al momento en el que el mundo iba bien

¿Existen puntos en común entre la Gran Depresión de 1930 y la actual crisis? ¿Cuáles son las principales diferencias? El economista Santiago Niño Becerra intenta dar respuesta a estas preguntas en su su blog de La Carta de la Bolsa, y llega a la conclusión que "al final hoy estamos donde estábamos entonces", si bien "cualitativamente mejor, cuantitativamente peor".
En su opinión, la Depresión se produjo "porque la demanda no pudo absorber el aumento salvaje que experimentó la productividad en los años veinte". Y la actual crisis sistémica se produjo "porque la demanda de todo no pudo seguir absorbiendo el exceso de capacidad productiva de todo", señala.
En otras palabras, hoy la demanda no tiene capacidad para endeudarse más, "ha agotado su capacidad de pago, de obtener crédito", de forma que es imposible que se absorba todo el exceso de capacidad productiva. Conclusión: "Al final hoy estamos donde estábamos en 1930". Eso sí, "entonces la manifestación del crash fue bursátil, hoy ha sido financiera".
No obstante, tanto en una crisis como en otra, el papel de las entidades financieras ha sido similar. Hace 80 años "concedieron créditos a todo el mundo y contribuyeron al proceso especulador, es decir, posibilitaron el crecimiento económico". En estos años pasados, también han dado préstamos a todo el mundo, pero la diferencia es que lo han hecho a un volumen muy superior, aunque también "han abonado la especulación, es decir, han hecho posible el crecimiento económico".
Una diferencia fundamental con entonces, es que hoy existe un modelo de protección social que, "aunque está en retroceso, algo paliará". El problema es que el "monstruoso" volumen de deuda pública de hoy en día nada tiene que ver con el de hace 80 años, y el ciudadano se ha acostumbrado a un estándar de vida medio que nada tiene que ver con el de entonces.
Por eso, Niño Becerra piensa que si bien hoy estamos "cualitativamente mejor, también estamos cuantitativamente peor". Y salir de la actual crisis, opina, va a costar mucho más que ayer. Y advierte: "Cuando se haya salido nunca se volverá al momento en el que el mundo iba bien, porque hoy se sabe que la disponibilidad de recursos no es ilimitada, cosa que entonces se ignoraba".
También hoy existe un mayor nivel de incertidumbre que entonces, "y sus implicaciones son más profundas": ¿podrán las entidades financieras cobrar sus enormes deudas?, ¿qué valor real de mercado tendrán mañana los activos que hoy figuran en los balances de las entidades financieras?, se pregunta el economista.
"Entonces todo quedó muy claro desde el primer momento: el tinglado se fue a pique, y la película se acabó, hoy no", concluye Niño Becerra. Hoy hemos asistido a inyecciones masivas de capital en las entidades financieras, "planes E, cumbres de líderes políticos, promesas, previsiones...". ¿De qué han servido?, sentencia el autor.